BURRITA FORD A.

En Chile conocemos el antiguo automovil Ford A, con el cariñoso nombre de "Burrita". este artículo hace una relación de ese atractivo y añorado vehículo con el hombre actual. Cuando nuestros abuelos viajaban en aquellos antiguos vehiculos de los años cuarenta, no sospechaban la importancia que con el tiempo adquiriría el combustible que se utilizaba para movilizar dichos automoviles. No les llamaba la atención el rendimiento "5 kilometros por litro". Hoy se asombrarían con el alto rendimiento de los actuales vehículos. El hombre (... y la mujer), a cambiado de forma similar. Sin embargo, este cambio se debe a la disminución dramática de cada uno de los esfuerzos que nuestros abuelos realizaban en las distintas labores domésticas y laborales. Con el advenimiento del desarrollo tecnológico nuestras labores se han simplificado en forma impensable. ¿alguien recuerda como se lavaba la ropa antiguamente?, o los esfuerzos realizados para el aseo casero?. Los leñadores a fuerza de hacha derribaban los árboles. o los mineros hacian de la picota su herramienta fundamental para esa esforzada actividad. Hoy en día la electrónica ha simplificado todos nuestros trabajos, ... y juegos, nuestros hijos sentados durante horas frente al computador, TV o juegos electrónicos han dejado de correr uno tras otro o tras una pelota.¿Qué ha significado este cambio?. Exactamente lo mismo que lo ocurrido con la "Burrita" FORD A, necesitamos mucho menos combustible, vale decir, menos calorías, esto equivale ha decir menos alimentos..., mucho menos alimento. Cambio al cual no hemos sabido adaptarnos, no solo no comemos menos, sino que lo hacemos en mayor cantidad y con dudosa calidad.Si pusieramos en un vehiculo actual la cantidad de combustible que requeriría un Ford A para una distancia determinada, sin duda el estanque rebalzaría. Si ponemos en un hombre la cantidad de calorías que requerian nuestros abuelos para desarrollar la rutina diaria, el hombre actual no rebalza... ¡ENGORDA!. este es el dilema del siglo XXI. Los pronósticos son dramáticos, en 20 años, 2/3 de la población de los países industrializados serán obesos si no se toman medidas urgentemente. Medidas que son de una tremenda simpleza: dieta saludable y actividad física. Mi pronóstico es que esta crisis de salud se cumplirá, probablemente en menor tiempo. Junto con la imparable tendencia al aumento patológico de peso se acompañan enfermedades de alto costo social, familiar y personal: hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y la consecuencia de las consecuencias, infartos y enfermedades cerebro vascular, las que conllevan en muchos casos a la postración y el sufrimiento.Les quiero invitar a hacer de este sombrío futuro, un ambiente de cambio y salud, difundamos hábitos de vida saludable, seamos ejemplo para las actuales generaciones jóvenes. Por este medio, compartiré mi experiencia y conocimiento de alimentación y salud, como parte de un sencillo aporte al urgente cambio que se requiere experimentar