Wednesday, January 18, 2006


¿Puede un diabético comer frutas?

Pregunta frecuente en la consulta de nutrición, particularmente en épocas de abundancia de este apetecido producto de la naturaleza. La respuesta es si, un diabético puede comer frutas.
Las frutas contienen un hidrato de carbono llamado fructosa, y aún cuando este presenta características distintas a la glucosa en cuanto a su absorción y a su efecto sobre la glicemia su contenido de azúcar debe ser considerado como parte del total de hidratos de carbonos de la dieta.
Las frutas contienen vitaminas hidrosolubles como la vitamina C y las vitaminas del complejo B que no son almacenadas en nuestro organismo por lo cual se requiere su presencia permanente en la dieta. Tambien contienen carotenos, vitamina E, vitamina K, sales minerales como calcio, magnesio, selenio, zinc, todas sustancias que cumplen un rol importante en la salud. No se debe olvidar que las vitaminas cumplen un rol protector mediante su función como antioxidantes. Las frutas son importantes aportadoras de fitoquímicos compuestos que desarrolla la planta para protegerse de la radiación solar y que son excelentes protectores para nuestro organismo.
La fibra dietética presente en los alimentos de origen vegetal favorecen la función digestiva. Hoy se sabe que el consumo abundante y frecuente de frutas y verduras previenen las enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer.
Una persona con diabétes debiera consumir 3 porciones de frutas diariamente. Llamaremos porción a aquella cantidad de fruta que aporta 15 gramos de hidratos de carbono, por ejemplo:
Naranja: 1 porción de tamaño regular (150 gramos).
Manzana: 1 porción pequeña (100 gramos).
Durazno: 1 unidad de tamaño regular (130 gramos).
Damascos: 3 unidades (140 gramos).
Melón: 1 taza (180 gramos).
Sandía: 1 taza (200 gramos).
Piña: 3/4 taza (120 gramos).
Tunas: 2 unidades (150 gramos).
Cerezas: 15 unidades (80 gramos).
Debe entenderse que cada porción de fruta consumida debe formar parte del consumo total de hidratos de carbono de la comida en la que se incluye. Por ejemplo, si su almuerzo es de 50 gramos de hidratos de carbono, la incorporación de 1 porción de fruta ocupa 15 gramos, por lo tanto los demás alimentos deben contener los 35 gramos restantes.
Debe tenerse en cuenta que las frutas se comerán como parte de las comidas establecidas y en los horarios predeterminados.


Rafael Jiménez Lira
Nutricionista (Msc)

Thursday, January 12, 2006

OBESIDAD: ¿SE PUEDE PREVENIR?
Puede resultar curioso, sin embargo, no es poco frecuente constatar que las personas obesas no se dan cuenta como adquieren un estado de peso corporal que encierra un alto riesgo de salud. Esta situación resulta particularmente compleja si se piensa que el riesgo se establece normalmente como consecuencia de la aparición de síntomas de patologías que son secuela de la obesidad. La persona afectada consulta por las molestias de hipertensión arterial, de dolencias osteoarticulares o por la aparición de los síntomas de una diabetes ya instalada. En ese momento - avanzada la obesidad - se adquire la verdadera consciencia sobre la necesidad de adquirir estilos de vida compatible con la salud (dieta y actividad física). Si bien es cierto no se puede decir que es tarde, no es menos cierto que es mejor tomar medidas precozmente y si la consigna es prevenir, tanto mejor.
Por lo anterior, me dispongo entregar a continuación algunos consejos que permitan encender una luz de alerta frente al problema de la obesidad:
Una persona obesa, tiene mayor probabilidad que sus hijos también lo sean, debe por lo tanto tomar medidas que le permitan evitar el sobrepeso en los niño. Esto significa hacer cambios tanto en la dieta como en la actividad física.
Cuando una mujer desea embarazarse lo aconsejable es que intente iniciar este con un peso adecuado para su estatura. Debe solicitar los consejos de un nutricionista que le oriente con la dieta. De esta forma evitará un alto incremento de peso durante el embarazo.
Si alguien se ve obligado a perforar su cinturon para ampliarlo, este es un indicador de aumento de peso. Debe ordenar la dieta, establecer horarios de comidas y controlar su peso para evitar más incrementos.
Comprar vestuario cada vez en tallas mayores no es una situación normal que pueda justificar la mayor edad, es simplemente un alerta que debiera obligar a una exahustiva revisión del estilo de vida.
Los niños corren un alto riesgo de obesidad cuando su entorno familiar utiliza los alimentos y golosinas como una manifestación de cariño. Los abuelos tienden a ser formadores de niños obesos por la difundida costumbre de regalonear a sus nietos con chocolates, helados, galletas, etc.
Las personas habituales de locales de comida rápida suelen presentar obesidad en un tiempo no lejano.
La falta de actividad física, vale decir, caminar menos de 45 minutos 4 veces por semana, constituye un factor de riesgo de obesidad. cabe mencionar que la actividad física per se, favorece la salud en general.


Rafael Jiménez Lira
Nutricionista (Msc)