EMBARAZO Y DIETA.
Se dice que la primavera es la estación del amor. La época en que florece, no sola la vegetación que tanta belleza imprime al paisaje, si no que también florecemos los seres humanos. Las estadísticas señalan que es la primavera la estación del año en la cual se produce la mayor cantidad de embarazos, observándose diferencias estadísticamente significativas con el verano, otoño e invierno.
La investigación en materia de dietética y nutrición ha demostrado la considerable influencia positiva que tiene una alimentación equilibrada sobre el curso del embarazo. Concretamente, el estado nutricional y los hábitos alimentarios de la futura madre son factores directamente relacionados con su salud y la de su hijo. Se trata, por lo tanto, de un período muy adecuado para revisar los hábitos de vida.
¿Qué tanto influye el peso de la mujer en desarrollo del niño por nacer?
Es conocido el hecho de que el peso materno pregestacional y la ganancia ponderal durante el embarazo influyen directamente sobre el peso fetal. Es así como el bajo peso y la obesidad materna, se relaciona con recién nacidos pequeños y grandes para la edad gestacional, respectivamente.
Una alimentación racional en esta etapa fisiológica de la vida femenina es la mejor ayuda para prevenir alumbramientos prematuros e incluso problemas ligados al desarrollo del recién nacido como puede ser la disminución de peso o de talla, menor resistencia a las infecciones, etc.
Cabe señalar que, desde el punto de vista nutricional es del todo aconsejable planificar el embarazo para permitir, por medio de una dieta equilibrada y de la incorporación de suplementos nutricionales, preparar al organismo para enfrentar una situación fisiológica de gran exigencia. La mujer que tiene una carencia antes de la gestación es difícil que la supere una vez embarazada. Es probable que el problema se mantenga o agrave, lo que puede perjudicar el curso y el resultado del embarazo.
¿Debe la mujer embarazada comer por 2?
La embarazada debe obtener de sus alimentos los nutrientes requeridos para 2 personas, para ella misma y para su bebé, sin embargo, esto no quiere decir que deba comer el doble, creencia muy extendida hasta hace algún tiempo pero que hoy en día se revierte debido a una creciente tendencia a la información que entregan los equipos de salud, a través de los medios de comunicación y directamente con las mujeres en las consultas públicas y privadas.
En las recomendaciones nutricionales de la FAO/OMS se aprecia un aumento variable de todos los componentes nutricionales, lo cual implicaría un cambio de las características de su dieta o recibir suplementación de algunos nutrientes. Esta afirmación es discutible, ya que el embarazo, como una situación fisiológica, debiera compensar los mayores requerimientos con un aumento de la dieta habitual, siempre que ésta esté adecuadamente equilibrada.
¿Cuales son los principales cambios que debiera introducir una mujer embarazada en su dieta?
Si partimos de la base que la dieta pregestacional es equilibrada y estamos frente a una mujer con peso normal la recomendación es la siguiente:
Durante el primer trimestre debiera aumentar el aporte de calórico en 150 calorías diarias, lo que se logra con una taza de leche y una manzana de alrededor de 200 gramos. Para el segundo y tercer trimestre aumentaremos 200 calorías más, aporte que se obtiene con un plátano mediano (150 calorías) más 2 nueces (50 calorías).
En cuanto a las proteínas los requerimiento durante el embarazo se incrementan en alrededor de un 12%, para favorecer la necesaria expansión del volumen sanguíneo materno, el crecimiento de las mamas, del útero y, especialmente, el aumento de los tejido fetales y placentarios. Este 12 % adicional de proteínas se cubren con la incorporación de la taza de leche que se incorporó cuando fue necesario aumentar el aporte calórico.
Respecto de las proteínas debe tenerse presente, además de la cantidad, la calidad de estas, esto en atención a que los aminoácidos esenciales se encuentran mayoritariamente concentrados en las proteínas de origen animal que en las provenientes del reino vegetal. En este sentido además de la leche, que debiera consumirse en cantidad de 3 tazas diarias, la dieta debe contemplar carnes preferentemente blancas (pescado, pollo, pavo) en cantidad de 100 gramos diarios y huevo cuya proteína es de un alto valor biológico, 3 a 4 huevos en la semana es recomendable.
Hierro. La anemia por déficit de hierro constituye una patología nutricional de alta prevalencia en las embarazadas, debido a los importantes requerimientos de hierro durante el embarazo y a dietas pobres en este elemento, especialmente en las dietas promedio de los países en desarrollo.Los requerimientos de hierro durante el embarazo son aproximadamente 1.000 mg, estimándose 270 mg transferidos al feto, 90 mg a la placenta, 450 mg utilizados en la expansión del volumen sanguíneo de la madre y 170 mg de pérdida externa.
El hierro proporcionado por los alimentos oscila entre 6 a 22 mg diarios y sólo el 20% es de origen animal. La absorción del hierro de origen vegetal es del 1% y del hierro de origen animal entre 10 y 25%, de ahí que la suplementación con hierro medicamentoso constituya una de las acciones preventivas más relevantes del control prenatal.
Calcio: Durante el embarazo los requerimientos de calcio aumentan hasta 1.200 mg/día, lo que equivale aproximadamente a un 50% más que en el estado pregestacional. Se recomienda un aporte extra de 400 mg/día mediante aporte adicional de productos lácteos o calcio medicamentoso.La leche de vaca proporciona 125 mg de calcio por 100 ml, de ahí que una madre que puede ingerir entre 750-1.000 cc de leche diario, más otros productos lácteos adicionales, cumple adecuadamente con los requerimientos necesarios para un buen desarrollo del esqueleto fetal.
El aumento en las necesidades de vitaminas puede perfectamente cubrirse con una dieta balanceada que incluya a lo menos 5 porciones diarias de frutas y o verduras. Se deberá tener especial cuidado con la suplementación de vitaminas del tipo liposolubles dado que se han descrito malformaciones en el feto, producto de la ingesta excesiva de vitamina A y también con vitamina D.
Respecto de lo anterior, se debe insistir en las bondades de una dieta balanceada que incluya preferentemente 3 a 4 tazas de leche al día, carnes blancas o huevo diariamente, cereales integrales en forma diaria, legumbres 2 veces al día, frutas y verduras en cantidad de 5 porciones diarias al menos. La exposición diaria y moderada a la luz solar favorecerá la síntesis de vitamina D en el organismo. Respecto de la suplementación medicamentosa esta deberá centrarse en las necesidades de hierro, calcio y ácido fólico, los que preferentemente deberán iniciarse en época previa a la concepción.
¿Es aconsejable el control nutricional en la embarazada?
En el primer control prenatal la embarazada debe tener un diagnóstico nutricional, con fines de implementar una serie de medidas en relación a sus características nutricionales. El diagnóstico se basa fundamentalmente en dos parámetros maternos: el peso y la talla.
Las madres con bajo peso tienen como objetivo nutricional un aumento de peso superior al 20% de su peso inicial e idealmente un aumento total en relación con la magnitud del déficit, es decir alcanzar al término de la gestación una relación peso/talla mínima equivalente al 120%.
Las madres con normopeso tienen como objetivo nutricional un aumento del 20% de su peso inicial alcanzando al término de la gestación una relación peso/talla entre 120 y 130%.
Las madres con sobrepeso deben incrementar un peso tal que las ubique al término de la gestación entre 130 y 135% de la relación peso/talla.Las madres obesas deben incrementar su peso no menos de 7,5 kilos y no más de 10,5 kilos. Una ganancia de peso en este rango permite no cometer iatrogenia en la nutrición fetal y la madre no incorpora masa grasa adicional a su peso pregestacional.
¿Qué podemos señalar respecto del consumo de alcohol y el uso del tabaco durante el embarazo?
Durante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, retraso en el crecimiento e incluso el síndrome alcohólico – fetal, caracterizado por retraso en el crecimiento, anomalías en el desarrollo cráneo facial y alteraciones en el sistema nervioso central.
El hábito de fumar en las mujeres embarazadas está asociado con menor peso al nacer. El tabaco aumenta el riesgo de rotura prematura de membranas, parto de pre término, hemorragias anteparto, retraso en el crecimiento intrauterino, en resumen, aumento de la morbi mortalidad perinatal.
Como efecto a largo plazo del consumo de tabaco durante el embarazo, se ha observado un aumento en el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades siquiátricas en adolescentes cuyas madres han sido fumadoras durante la etapa gestacionalDurante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, como retrasos de crecimiento o incluso el síndrome alcohólico-fetal, caracterizado por retraso de crecimiento, anomalías en el desarrollo craneo-facial y alteraciones del sistema nervioso centralDurante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, como retrasos de crecimiento o incluso el síndrome alcohólico-fetal, caracterizado por retraso de crecimiento, anomalías en el desarrollo craneo-facial y alteraciones del sistema nervioso centralDurante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, como retrasos de crecimiento o incluso el síndrome alcohólico-fetal, caracterizado por retraso de crecimiento, anomalías en el desarrollo craneo-facial y alteraciones del sistema nervioso central
¿Cómo podemos resumir la importancia de la dieta durante el embarazo?
En general, las recomendaciones alimentarias durante la gestación pretenden conseguir los siguientes objetivos:
- Cubrir las necesidades de alimentos propias de la mujer gestante.
- Satisfacer las exigencias nutritivas debidas al crecimiento fetal.
- Preparar al organismo materno para afrontar mejor el parto.
- Asegurar reservas grasas para la producción de leche durante la futura lactancia.
En poblaciones desarrolladas, la anorexia y el control extremo del peso corporal, así como el padecimiento de obesidad y el excesivo consumo de tabaco, cafeína y alcohol, pueden condicionar una disminución de la fertilidad. Por otra parte, las deficiencias en ácido fólico, vitamina A, C, D, E, B1, zinc, selenio, yodo, calcio y hierro han sido señaladas como las responsables de algunos casos de infertilidad, que se solucionaron al corregir la carencia.
La investigación en materia de dietética y nutrición ha demostrado la considerable influencia positiva que tiene una alimentación equilibrada sobre el curso del embarazo. Concretamente, el estado nutricional y los hábitos alimentarios de la futura madre son factores directamente relacionados con su salud y la de su hijo. Se trata, por lo tanto, de un período muy adecuado para revisar los hábitos de vida.
¿Qué tanto influye el peso de la mujer en desarrollo del niño por nacer?
Es conocido el hecho de que el peso materno pregestacional y la ganancia ponderal durante el embarazo influyen directamente sobre el peso fetal. Es así como el bajo peso y la obesidad materna, se relaciona con recién nacidos pequeños y grandes para la edad gestacional, respectivamente.
Una alimentación racional en esta etapa fisiológica de la vida femenina es la mejor ayuda para prevenir alumbramientos prematuros e incluso problemas ligados al desarrollo del recién nacido como puede ser la disminución de peso o de talla, menor resistencia a las infecciones, etc.
Cabe señalar que, desde el punto de vista nutricional es del todo aconsejable planificar el embarazo para permitir, por medio de una dieta equilibrada y de la incorporación de suplementos nutricionales, preparar al organismo para enfrentar una situación fisiológica de gran exigencia. La mujer que tiene una carencia antes de la gestación es difícil que la supere una vez embarazada. Es probable que el problema se mantenga o agrave, lo que puede perjudicar el curso y el resultado del embarazo.
¿Debe la mujer embarazada comer por 2?
La embarazada debe obtener de sus alimentos los nutrientes requeridos para 2 personas, para ella misma y para su bebé, sin embargo, esto no quiere decir que deba comer el doble, creencia muy extendida hasta hace algún tiempo pero que hoy en día se revierte debido a una creciente tendencia a la información que entregan los equipos de salud, a través de los medios de comunicación y directamente con las mujeres en las consultas públicas y privadas.
En las recomendaciones nutricionales de la FAO/OMS se aprecia un aumento variable de todos los componentes nutricionales, lo cual implicaría un cambio de las características de su dieta o recibir suplementación de algunos nutrientes. Esta afirmación es discutible, ya que el embarazo, como una situación fisiológica, debiera compensar los mayores requerimientos con un aumento de la dieta habitual, siempre que ésta esté adecuadamente equilibrada.
¿Cuales son los principales cambios que debiera introducir una mujer embarazada en su dieta?
Si partimos de la base que la dieta pregestacional es equilibrada y estamos frente a una mujer con peso normal la recomendación es la siguiente:
Durante el primer trimestre debiera aumentar el aporte de calórico en 150 calorías diarias, lo que se logra con una taza de leche y una manzana de alrededor de 200 gramos. Para el segundo y tercer trimestre aumentaremos 200 calorías más, aporte que se obtiene con un plátano mediano (150 calorías) más 2 nueces (50 calorías).
En cuanto a las proteínas los requerimiento durante el embarazo se incrementan en alrededor de un 12%, para favorecer la necesaria expansión del volumen sanguíneo materno, el crecimiento de las mamas, del útero y, especialmente, el aumento de los tejido fetales y placentarios. Este 12 % adicional de proteínas se cubren con la incorporación de la taza de leche que se incorporó cuando fue necesario aumentar el aporte calórico.
Respecto de las proteínas debe tenerse presente, además de la cantidad, la calidad de estas, esto en atención a que los aminoácidos esenciales se encuentran mayoritariamente concentrados en las proteínas de origen animal que en las provenientes del reino vegetal. En este sentido además de la leche, que debiera consumirse en cantidad de 3 tazas diarias, la dieta debe contemplar carnes preferentemente blancas (pescado, pollo, pavo) en cantidad de 100 gramos diarios y huevo cuya proteína es de un alto valor biológico, 3 a 4 huevos en la semana es recomendable.
Hierro. La anemia por déficit de hierro constituye una patología nutricional de alta prevalencia en las embarazadas, debido a los importantes requerimientos de hierro durante el embarazo y a dietas pobres en este elemento, especialmente en las dietas promedio de los países en desarrollo.Los requerimientos de hierro durante el embarazo son aproximadamente 1.000 mg, estimándose 270 mg transferidos al feto, 90 mg a la placenta, 450 mg utilizados en la expansión del volumen sanguíneo de la madre y 170 mg de pérdida externa.
El hierro proporcionado por los alimentos oscila entre 6 a 22 mg diarios y sólo el 20% es de origen animal. La absorción del hierro de origen vegetal es del 1% y del hierro de origen animal entre 10 y 25%, de ahí que la suplementación con hierro medicamentoso constituya una de las acciones preventivas más relevantes del control prenatal.
Calcio: Durante el embarazo los requerimientos de calcio aumentan hasta 1.200 mg/día, lo que equivale aproximadamente a un 50% más que en el estado pregestacional. Se recomienda un aporte extra de 400 mg/día mediante aporte adicional de productos lácteos o calcio medicamentoso.La leche de vaca proporciona 125 mg de calcio por 100 ml, de ahí que una madre que puede ingerir entre 750-1.000 cc de leche diario, más otros productos lácteos adicionales, cumple adecuadamente con los requerimientos necesarios para un buen desarrollo del esqueleto fetal.
El aumento en las necesidades de vitaminas puede perfectamente cubrirse con una dieta balanceada que incluya a lo menos 5 porciones diarias de frutas y o verduras. Se deberá tener especial cuidado con la suplementación de vitaminas del tipo liposolubles dado que se han descrito malformaciones en el feto, producto de la ingesta excesiva de vitamina A y también con vitamina D.
Respecto de lo anterior, se debe insistir en las bondades de una dieta balanceada que incluya preferentemente 3 a 4 tazas de leche al día, carnes blancas o huevo diariamente, cereales integrales en forma diaria, legumbres 2 veces al día, frutas y verduras en cantidad de 5 porciones diarias al menos. La exposición diaria y moderada a la luz solar favorecerá la síntesis de vitamina D en el organismo. Respecto de la suplementación medicamentosa esta deberá centrarse en las necesidades de hierro, calcio y ácido fólico, los que preferentemente deberán iniciarse en época previa a la concepción.
¿Es aconsejable el control nutricional en la embarazada?
En el primer control prenatal la embarazada debe tener un diagnóstico nutricional, con fines de implementar una serie de medidas en relación a sus características nutricionales. El diagnóstico se basa fundamentalmente en dos parámetros maternos: el peso y la talla.
Las madres con bajo peso tienen como objetivo nutricional un aumento de peso superior al 20% de su peso inicial e idealmente un aumento total en relación con la magnitud del déficit, es decir alcanzar al término de la gestación una relación peso/talla mínima equivalente al 120%.
Las madres con normopeso tienen como objetivo nutricional un aumento del 20% de su peso inicial alcanzando al término de la gestación una relación peso/talla entre 120 y 130%.
Las madres con sobrepeso deben incrementar un peso tal que las ubique al término de la gestación entre 130 y 135% de la relación peso/talla.Las madres obesas deben incrementar su peso no menos de 7,5 kilos y no más de 10,5 kilos. Una ganancia de peso en este rango permite no cometer iatrogenia en la nutrición fetal y la madre no incorpora masa grasa adicional a su peso pregestacional.
¿Qué podemos señalar respecto del consumo de alcohol y el uso del tabaco durante el embarazo?
Durante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, retraso en el crecimiento e incluso el síndrome alcohólico – fetal, caracterizado por retraso en el crecimiento, anomalías en el desarrollo cráneo facial y alteraciones en el sistema nervioso central.
El hábito de fumar en las mujeres embarazadas está asociado con menor peso al nacer. El tabaco aumenta el riesgo de rotura prematura de membranas, parto de pre término, hemorragias anteparto, retraso en el crecimiento intrauterino, en resumen, aumento de la morbi mortalidad perinatal.
Como efecto a largo plazo del consumo de tabaco durante el embarazo, se ha observado un aumento en el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades siquiátricas en adolescentes cuyas madres han sido fumadoras durante la etapa gestacionalDurante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, como retrasos de crecimiento o incluso el síndrome alcohólico-fetal, caracterizado por retraso de crecimiento, anomalías en el desarrollo craneo-facial y alteraciones del sistema nervioso centralDurante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, como retrasos de crecimiento o incluso el síndrome alcohólico-fetal, caracterizado por retraso de crecimiento, anomalías en el desarrollo craneo-facial y alteraciones del sistema nervioso centralDurante el embarazo deben evitarse las bebidas alcohólicas. El consumo habitual es capaz de producir efectos adversos en el recién nacido, como retrasos de crecimiento o incluso el síndrome alcohólico-fetal, caracterizado por retraso de crecimiento, anomalías en el desarrollo craneo-facial y alteraciones del sistema nervioso central
¿Cómo podemos resumir la importancia de la dieta durante el embarazo?
En general, las recomendaciones alimentarias durante la gestación pretenden conseguir los siguientes objetivos:
- Cubrir las necesidades de alimentos propias de la mujer gestante.
- Satisfacer las exigencias nutritivas debidas al crecimiento fetal.
- Preparar al organismo materno para afrontar mejor el parto.
- Asegurar reservas grasas para la producción de leche durante la futura lactancia.
En poblaciones desarrolladas, la anorexia y el control extremo del peso corporal, así como el padecimiento de obesidad y el excesivo consumo de tabaco, cafeína y alcohol, pueden condicionar una disminución de la fertilidad. Por otra parte, las deficiencias en ácido fólico, vitamina A, C, D, E, B1, zinc, selenio, yodo, calcio y hierro han sido señaladas como las responsables de algunos casos de infertilidad, que se solucionaron al corregir la carencia.