Friday, September 28, 2007


BEBIDAS DE FANTASÍA Y OBESIDAD


EEUU; México y Chile lideran el consumo de bebidas gaseosas en el mundo, su consumo se encuentra en permanente aumento. Cada año las embotelladoras invierten grandes sumas de dinero en publicidad con el propósito de incrementar sus ventas. Este objetivo de crecimiento en ventas encuentra en el calor de las estaciones que comenzamos a vivir, su más cercano colaborador. Es así como la danza de camiones de reparto, relleno de estanterías en centros de ventas y viajes interminables al supermercado, rellenan nuestras barrigas con líquidos azucarados multicolores, como las flores en primavera.

¿Tomamos mucha bebida los chilenos?

En promedio los chilenos superamos los 120 litros de bebidas al año, es importante tener presente que esta cifra solo señala un promedio que se obtiene por medio de la simple división entre el total de litros vendidos en un año por el total de la población, sin embargo la distribución no es matemáticamente exacta, una importante proporción de esta no bebe esa cantidad de gaseosas (lactantes, ancianos, personas a las que no les agrada) por lo tanto el consumo se centra en la población más joven, pudiéndose encontrar consumos individuales que superan los 500 cc diarios.
El problema se acrecienta, además por un sistema económico en crecimiento continuo que no establece limites, por lo tanto, las compañías elaboradoras y comercializadoras de gaseosas se proponen un crecimiento anual permanente que para cumplirlo utilizan un arma verdaderamente devastadora como es la publicidad

¿Qué significado para la salud tiene este alto consumo de gaseosas de los chilenos?

El consumo de bebidas gaseosas está siendo vinculado cada vez más con la epidemia de obesidad a la cual se ve enfrentado hoy en día el mundo entero. Existe evidencia científica de este fenómeno.
Es muy importante entender el siguiente concepto y tenerlo particularmente claro con relación a los niños: Por lo general el organismo es capaz de controlar lo que come por medio del mecanismo de “hambre y saciedad”, esto es cuando lo que comemos tiene consistencia sólida, o sea, se come cuando se tiene hambre y se deja de hacerlo cuando estamos satisfechos, en los niños este mecanismo es certero. Sin embargo, tomar bebidas azucaradas no es lo mismo que comer alimentos sólidos, las calorías de las bebidas azucaradas no sacian de la misma forma, sumándose por lo tanto a las calorías de la dieta, lo que genera una ingesta alta en calorías y favorecedora de la obesidad.
Cabe señalar que las calorías de las bebidas azucaradas son consideradas “calorías vacías”, esto significa que no aportan ningún otro nutriente que el azúcar a diferencia de los jugos de fruta por ejemplo, que aportando una igual cantidad de calorías en un mismo volumen, contienen además vitaminas, antioxidantes, fitoquímicos, fibra, etc. Con total ausencia de aditivos químicos.

¿Pueden ocasionar otros problemas de salud además de la obesidad?

Existen sospechas fundadas respecto al rol que puede ejercer el ácido fosfórico agregado a las bebidas colas sobre la desmineralización de los huesos.
En los niños el alto consumo de gaseosas puede generar las siguientes alteraciones (Comité de Nutrición de la Sociedad de Pediatría de Argentina):

Mayor riesgo de sufrir caries y erosión dental.
Trastornos nutricionales como la obesidad, carencias vitamínicas y de minerales.
Alteraciones en el crecimiento (menor talla respecto de su potencial genético).
Diarreas.
Dolor abdominal.
Gastritis
Disminución de calcio en la sangre, llegando en casos extremos en lactantes a presentar convulsiones.
Irritabilidad y trastornos de la conducta e insomnio.
En el aspecto nutricional el consumo frecuente de bebidas puede ocasionar:
Disminución o rechazo por el consumo de leche.
Desordenes en el apetito a la hora de comer.

Las bebidas de elaboración industrial suelen contener una gran variedad de aditivos químicos: acidulantes, endulzantes, colorantes, saborizantes, aromatizantes, conservantes, reguladores y neutralizantes de la acidez, espesantes, antioxidantes, que si bien están permitidos su consumo en niños debe ser vigilado, particularmente porque el sobre consumo puede significar la ingesta de estos aditivos por sobre las dosis máxima permitida.

¿Qué efecto tiene la publicidad de los refrescos?

Para responder a esta pregunta aprovecharé un artículo aparecido en la última edición de la prestigiosa revista “Diabetes Voice”, órgano oficial de la IDF (Federación Internacional de Diabetes) http://www.diabetesvoice.org/:
El artículo se titula: “Obesidad Infantil, precio inaceptable del éxito publicitario, dice así: “El Grupo de Trabajo Internacional contra la Obesidad calcula que unos 45 millones de niños en edad escolar están obesos. Está ampliamente reconocido que la moderna transformación del estilo de vida, que incluye la adopción extendida de conductas sedentarias y un dramático aumento del consumo de alimentos con un alto contenido en grasas y azúcares y bajo en nutrientes, se encuentra tras la pandemia de afecciones de origen obeso, como la diabetes tipo 2. Además, un creciente conjunto de pruebas científicas vincula los riesgos para la salud que supone la obesidad, especialmente en niños, debido al consumo de refrescos azucarados. Estos alimentos y bebidas potencialmente dañinos se publicitan en todo el mundo mediante tácticas altamente eficaces y cada vez más sofisticadas. La pregunta es si los costos humanos del éxito de esta publicidad no serán demasiado altos”

Los refrescos y la diabetes del tipo 2: (Diabetes Voice Volumen 52, mayo del 2.007)

Una revisión de los estudios publicados muestra una relación clara y consistente entre el consumo de refrescos azucarados y una mala dieta con el aumento de obesidad y diabetes tipo 2. Los investigadores revisaron y analizaron 88 estudios y llegaron a la conclusión que las recomendaciones de limitar el consumo de bebidas azucaradas a nivel de la población “vienen sólidamente apoyadas por las pruebas científicas de las que disponemos”

Se encontraron claras asociaciones entre el consumo de este tipo de refrescos y el aumento de la ingesta energética y del peso corporal. Es de destacar que esto iba también asociado con un descenso en la ingesta de leche y por consecuencia del calcio y otros nutrientes y con un aumento del riesgo de varios problemas de salud, como la diabetes tipo 2.

El jarabe de fructosa: el eslabón entre la obesidad y los refrescos (Diabetes Voice, volumen 52, mayo 2007).

Investigadores españoles documentaron recientemente un posible mecanismo que podría explicar los vínculos entre el aumento de la obesidad y las bebidas azucaradas (Hepatology 2007; 45: 778 – 88). Describieron el importante papel del jarabe de maíz, alto en fructosa, en la creciente epidemia de obesidad.



Rafael Jiménez Lira
Nutricionista (Msc)

Wednesday, September 12, 2007


CELEBRACIONES DE FIESTAS PATRIA Y CONSECUENCIAS EN LA SALUD


Nos gusta septiembre, comienzan a alejarse los días de frío. Las flores, su color y perfume nos anuncian la tímida llegada de la primavera. Es septiembre también el mes de la patria, adornamos las casas y ciudades con banderas y guirnaldas para rememorar la primera junta de gobierno que, en 1810 encabezó don Mateo de Toro y Zambrano. Este año las celebraciones se prolongarán por 5 días, un largo y merecido descanso que amenizaremos con canto, baile y comida, tal vez… mucha comida.

Dietéticamente hablando, ¿somos lo chilenos muy trasgresores durante fiestas patrias?

Si, se come demasiado, en cantidad y variedad y también se bebe demasiado alcohol. Las empanadas, el asado, choripán, la chicha y el chancho constituyen una combinación quemante y ardiente, pirosis.

¿Qué es la pirosis?
Se llama pirosis a una sensación de dolor o quemazón en el esófago, justo debajo del esternón que es causada por la regurgitación de ácido gástrico. El dolor se origina en el pecho y puede radiarse al cuello, la garganta o al ángulo de la mandíbula. La pirosis se ha identificado como una de las causas de la tos crónica, e incluso pueden confundirse con asma.
¿Cuáles son las causas de la pirosis?

La pirosis es causada por múltiples factores, en particular por lo alimentos, por lo que se agrava en las horas siguientes a las comidas. Algunos alimentos, como los grasos, los azúcares, la miel, el chocolate o los condimentos pueden intensificar el cuadro de pirosis al disminuir la presión del esfínter esofágico inferior. Muchas bebidas, entre ellas el café, el alcohol, los jugos de cítricos también producen pirosis. En todos los casos, el malestar se inicia 1 o 2 horas después de la ingestión.



¿Existe mucho descuido sanitario con los alimentos en estos días?

Efectivamente nos olvidamos de la protección de los alimentos, se pierde la cadena de frío tanto con las carnes como con las empanadas, entre otros, con lo cual aumentamos peligrosamente el riesgo de padecer de una infección o una intoxicación alimentaria. Del mismo modo, se relajan las medidas de higiene vinculadas con el lavado de manos y el cuidado de los alimentos durante la preparación: limpieza de artefactos y superficies de trabajo, problema que puede ocurrir en lugares de preparación y expendio de alimentos, fondas por ejemplo, y también en nuestras casas.

¿Y en el aspecto nutricional?

Nuestra dieta, durante las fiestas es hipercalórica, esto debido al consumo aumentado de grasas, carbohidratos y azúcares, no es extraño que al término de las fiestas patrias nuestro peso incremente en algunos kilos.

¿Qué consejos podemos darles a nuestros auditores?

Hemos visto que los riesgos alimentarios durante la celebración de fiestas patrias son 3:

Malestar gástrico como consecuencia de un consumo aumentado de alimentos y por una tendencia al consumo de alimentos que favorecen este malestar: grasas, alcohol, azúcar, condimentos.

Riesgo sanitario por descuido en la higiene de los alimentos.

Incremento de peso debido a la ingesta de una dieta alta en calorías por presencia abundante de grasas, azúcar y alcohol.

Los consejos por lo tanto apuntan en esa dirección:

Para evitar la pirosis o regurgitación gastroesofágica está claro que la recomendación se relaciona con una ingesta moderada de alcohol, evitar el consumo de frituras y restringir la ingesta de ají (chancho en piedra), del mismo modo debemos ser prudentes con el consumo de grasas. Favorecer el consumo de frutas y verduras y beber abundante agua.

En el aspecto sanitario tener presente en forma permanente el uso de la refrigeración. Las empanadas por ejemplo mantenerlas refrigeradas, deben ser calentadas solo antes de consumo, en este mismo sentido la recomendación es sacar del refrigerador y calentar solo lo que se va a comer, evitar mantener a temperatura ambiente lo que no va a ser consumido inmediatamente, valga esta recomendación con las carnes y derivados y en general con todos los productos perecederos (lácteos, tortas y pasteles, papas cocidas, arroz, pastas, mayonesa, salsas en general).-

Para estas fiestas es aconsejable practicar con especial cuidado medidas de lavado e higiene de verduras que crecen a ras de suelo como la lechuga, el cilantro, perejil, repollo, apio, tanto en lugares públicos como en nuestro hogar.


Cuando se come fuera de casa, en un recinto de expendio de comidas preparadas, se debe preferir locales autorizados y confiables, aquellos que presenten condiciones mínimas para la manipulación de alimentos, como existencia de agua potable caliente y fría, lavamanos habilitados para el personal con presencia de jabón y toallas desechables. Los locales autorizados deben contar con almacenamiento en frío (refrigeradores), suficiente para el volumen de alimentos que van a ser procesados, desconfiar cuando se perciba la presencia de alimentos perecibles a temperatura ambiente. Los manipuladores deben estar uniformados, con su cabello tomado y cubierto y sus manos libres de cortes, infecciones y suciedad, uñas cortas y limpias.
Los alimentos deben estar solo en tres condiciones: almacenados en refrigeración cuando corresponda; en procesamiento para su preparación o en su plato para su consumo. Cualquiera otra condición es sospechosa de riesgo sanitario.

En lo nutricional talvez ayude conocer el contenido energético de algunos alimentos de consumo frecuente por estos días:

Empanadas de horno: 540 calorías, 60 gramos de hidratos de carbono.
Pan amasado: 450 calorías, 80 gramos de hidratos de carbono.
Papas mayo (1 taza): 300 calorías, 34 gramos de hidratos de carbono.
Torta trozo 100 gramos: 375 calorías, 53 gramos de hidratos de carbono.
Asado 250 gramos: 340 calorías.
1 choripán (80 gr.) 490 calorías, 33 gramos de hidratos de carbono.
1 choripán (50 gr.) 360 calorías, 32 gramos de hidratos de carbono.
1 longuipán (100 gr.) 576 calorías, 34 gramos de hidratos de carbono.
Mote c/ huesillo (s/azúcar) 120 calorías, 25 gramos de hidratos de carbono.
Anticucho de vacuno 120 calorías
1 taza arroz 210 calorías, 40 gramos de hidratos de carbono.
1 vaso vino (120 cc) 90 calorías.1 vaso bebida (250 cc) 104 calorías, 26 gramos de hidratos de carbono.


Para tener un buen control sobre lo que vamos a consumir es importante saber que un hombre de 1,70 metros de estatura sedentario, requiere 1.800 calorías diarias. Una mujer de 1.6 metros de estatura, sedentaria también, su necesidad diaria de energías asciende a las 1.600 calorías.


Rafael Jiménez Lira
Nutricionista (Msc)
www.bajardepesoesunarte.com


Wednesday, September 05, 2007


RADICALES LIBRES


Nuestro organismo utiliza los alimentos para producir energía de la misma forma que se produce energía y calor al quemarse la leña de una chimenea. En ambos procesos se quema oxigeno y a esto lo denominamos “oxidación”. En la chimenea, después de quemarse la leña queda como residuo la ceniza y dentro de las células de nuestro organismo lo que queda son los radicales libres. Se trata de moléculas con una característica especial que las hacen ser muy reactivas y dañinas. Actúan como antorchas en relación con los tejidos del cuerpo pues queman todo lo que tocan.

¿Qué son los radicales libres?

Lo cierto es que, al igual que la fruta que se queda al aire libre, nuestro organismo también se oxida. La oxidación es un proceso inherente a la vida. Necesitamos oxigeno para vivir y ese oxigeno no es inocuo. Conocemos su efecto en los metales, maderas y piedras expuestas al aire. Simplemente se oxidan de forma gradual por culpa del oxigeno, pues bien, esa degradación que vemos con nuestros propios ojos, en el exterior, se produce también en nuestro interior con el oxigeno que inhalamos.

Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón (e-) desapareado en capacidad de aparearse, por lo que son muy reactivos.Estos radicales recorren nuestro organismo intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica.

Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. Los radicales libres no son intrínsecamente malos. De hecho, nuestro propio cuerpo los fabrica en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus. Los radicales libres producidos por el cuerpo para llevar a cabo determinadas funciones son neutralizados fácilmente por nuestro propio sistema.

En palabras más simples podemos señalar que un radical libre es una molécula inestable, que lucha por estabilizarse en perjuicio de otras moléculas a las cuales les roba un electrón desestabilizándola, provocando una reacción en cadena que daña al organismo favoreciendo la aparición de enfermedades y acelerando el envejecimiento

Entonces, ¿nuestro propio organismo fabrica los radicales libres?
Existen dos tipos de radicales libres:
Los internos:
el ejercicio muy intenso,
el stress,
los propios del metabolismo.
Los externos:
Alimentación con grasas animales (salvo los pescados de mar) y saturadas
Frituras
Insuficiente aporte de nutrientes en la dieta
Radiaciones ultravioletas A y B; rayos X
Cigarrillo
Drogas
Metales pesados (plomo, cobre, hierro)
Exceso de alcohol
Radiaciones y polución ambiental, pesticidas
Edad
Inactividad física y obesidad

Si este proceso no se neutraliza podría llegar a provocar lesiones graves a nuestros tejidos y órganos. Nuestro organismo se ha dotado a lo largo de la evolución de los mecanismos necesarios para neutralizar los radicales libres que se forman en el proceso metabólico. Enzimas antioxidantes naturales como la superoxido dismutasa (rica en cobre, zinc y manganeso), la glutatión peroxidasa (rica en selenio) y la catalasa. El problema es que, además de los radicales libres que se producen en el proceso de metabolización de los alimentos, el hombre debe luchar con otro buen número de radicales libres de procedencia exterior: ozono, los pesticidas, la contaminación ambiental, el humo del tabaco, los tóxicos químicos que hay en los alimentos, etc. De modo tal que es necesario complementar nuestra producción natural de antioxidantes merced una dieta nutritiva y equilibrada con la ingesta de algunos nutrientes cuya capacidad antioxidante está comprobada. Es el caso de los polifenoles, los flavonoides, los iridoides, las vitaminas C y E, el betacaroteno la cisteína, la taurina, la coenzima Q10, el zinc, el manganeso, el hierro, el selenio y el cobre. Sustancias, todas ellas, ampliamente presentes en las frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos. El problema es que con el actual sistema de alimentación la mayoría de la gente no consume suficientemente esos productos.

¿Cuáles son las consecuencias del exceso de radicales libres en el organismo?

El binomio “radicales libres antioxidantes” como sinónimo de “enfermedad salud” se ha consolidado en la literatura científica.

Envejecimiento: producido por la acumulación a lo largo de los años de radicales libre, consecuencia de esto las membranas de las células epiteliales se modifican, y así se ve dificultada la nutrición de la piel, por otro lado también se ven dañadas las células de colágeno y elastina, entonces la piel pierde firmeza y elasticidad.
Problemas en el sistema cardiovascular: se ve favorecida la aparición de arterioesclerosis por el endurecimiento de las paredes arteriales. El endotelio es el responsable de mantener el equilibrio entre los procesos de trombosis-fibrosis y vaso dilatación-constricción. La oxidación por el exceso de radicales libres afecta a la pared endotelial, no pudiendo realizar sus funciones correctamente. La captación de LDL se ve afectada también y por esta razón las LDL quedan en el torrente sanguíneo.
Problemas en el sistema nervioso: el impulso nervioso se ve disminuido, al igual que los reflejos, la memoria y el aprendizaje, si disminuye la irrigación sanguínea a nivel del sistema nervioso se puede llegar a padecer demencia senil.
Cáncer: los radicales libres producen daño en el ADN, lo que se manifiesta como un crecimiento anormal de las células de un determinado tejido.
Cataratas: modificación irreversible en las proteínas de la retina, esta enfermedad ocular es propia del envejecimiento, más de la mitad de las personas a los 80 años tienen cataratas o han tenido una operación de cataratas.
Numerosas enfermedades se han vinculado al estrés oxidativo, además de las señaladas se pueden mencionar la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y otras demencias, diabetes, artritis, enfermedades autoinmunes, inflamaciones crónicas y otras. Asimismo, el proceso biológico del envejecimiento se acelera en relación directa con la magnitud del estrés oxidativo.
¿Qué es el estrés oxidativo?
El estrés oxidativo ocurre en los organismos que, por mala nutrición, enfermedad u otras causas, pierden el equilibrio entre radicales libres y antioxidantes, por lo que se puede desencadenar un daño irreversible que, si es muy extenso puede llevar a la muerte celular.
¿Cómo combatimos a los radicales libres?
A la permanente producción de radicales libres que dañan estructuras biológicas, el organismo opone la acción de antioxidantes que lo protegen.
Cuando el equilibrio entre radicales libres y antioxidantes se pierde en favor de los primeros, se desencadenan procesos dañinos que se asocian al desarrollo de las numerosas enfermedades que se han mencionado.
El sistema antioxidante provee al organismo de defensas contra la acción dañina de los radicales libres. Estas defensas son múltiples, variadas y operan en diferentes niveles y momentos. La salud de las personas se relaciona con el adecuado balance oxidativo. Es decir, que radicales libres y antioxidantes se equilibren en modo tal que se minimice el daño y se retarde la aparición de enfermedades.
Una muy importante defensa contra los radicales libres ingresa con la dieta, ellos son los antioxidantes:
La protección que debemos tener para evitar el aumento de los radicales libres en nuestro organismo que aceleran la rapidez de envejecimiento y degeneración de las células de nuestro cuerpo es el consumo de antioxidantes naturales tales como el beta caroteno (pro-vitamina A) presentes en la zanahoria, mango, tomates, melón, melocotón, espinacas.Vitamina E (tocoferol) es un antioxidante que mantiene la integridad de la membrana celular, protege la destrucción de la vitamina A, previene y disuelve los coágulos sanguíneos y retarda el envejecimiento celular, proviene principalmente de los aceites vegetales, de las nueces, cereales, y vegetales grasos (maní, maravilla, aceitunas) Se encuentra en muchas frutas y vegetales tales como: El aguacate, camote, espárragos, espinacas, tomates, brócoli, moras y zanahorias.
La vitamina C (ácido ascórbico) es otro de los antioxidantes naturales que destruyen el exceso de radicales libres. Necesaria para producir colágeno, importante en el crecimiento y reparación de las células de los tejidos, encías, vasos, huesos y dientes, y para el metabolismo de las grasas, por lo que se le atribuye el poder de reducir el colesterol. Investigaciones han demostrado que una alimentación rica en vitamina C ofrece una protección añadida contra todo tipo de cánceres. Además de la prevención del resfriado común y el fortalecimiento de las defensas del organismo. Las fuentes alimentarias de la vitamina C son (de mayor a menor contenido): Grosellas, pimiento verde, kiwi, limón, fresas y coliflor, coles de bruselas, naranjas, tomates, nabo y melón.
POLIFENOLES. Grupo importante integrado por numerosos compuestos presentes en la naturaleza. En su mayoría son potentes antioxidantes. Provienen de frutas y verduras, como manzanas y cebollas, y de bebidas como té y vino. Se absorben en grado variable en el tubo digestivo y se detectan en la sangre
Un estudio demostró que comer 100 gramos de manzana fresca con piel proporciona la misma cantidad de antioxidantes que 3 pastillas de vitamina C de 500 miligramos cada una.
“Comer frutas y verduras es mejor que tomar una pastilla de vitaminas ya que puedes obtener suficientes antioxidantes de los alimentos sin preocuparte de la toxicidad” Dr. Rui Hai Liu (laboratorio de alimentación Universidad de Cornell).



Rafael Jiménez Lira
Nutricionista (Msc)