Wednesday, August 22, 2007


MOTIVOS POR LOS CUALES ABANDONAMOS LA DIETA
Mas de la mitad de los chilenos empleamos gran parte de nuestro tiempo en permanentes intentos por hacer una dieta. Algunos con el propósito de conseguir ese cuerpo esbelto y atractivo que nos ofrece la publicidad, otros con el ánimo explícito de alcanzar un estado de salud de buena calidad. Estos intentos y sacrificios auto impuestos, son más frecuente cuando vislumbramos en el horizonte cercano la llegada de las estaciones de calor, la primavera y especialmente el verano. Cuando las vacaciones el calor y la playa nos obliga disminuir nuestra indumentaria resultando difícil simular esos kilos acumulados durante los meses de frió.
Sin embargo, a la hora de iniciar una dieta los motivos del abandono son múltiples y nos entregamos una vez más al placer del sabor, a la sensualidad de los alimentos. Hoy analizaremos el porqué del abandono.

¿Cuáles son las razones por las cuales es tan frecuente abandonar una dieta?

La primera razón para el abandono de una dieta tiene que ver con la motivación, es muy importante tener claro cual es la razón por la cual vamos a hacer cambios en nuestro estilo de alimentación. Estar seguros que los cambios son favorables y beneficioso para la salud. Debemos sentir una fuerza interior que nos mueva e impida que abandonemos frente al primer traspié.

¿Cuánto tiempo debiera durar una dieta bien hecha?

Esa es una pregunta clave. Una dieta no tiene fecha de término y la razón es muy simple, se requiere, cuando iniciamos una dieta, prepararnos para adoptar hábitos de alimentación saludables, esto es cambiar hábitos, por lo tanto una dieta debe ser para toda la vida. Probablemente sea esta la causa más importante en el abandono, el no prepararnos para modificar definitivamente nuestro estilo de alimentación.

¿Qué otros motivos son causantes del abandono?

Falta de organización. Para hacer una dieta es fundamental contar con todos aquellos alimentos que formarán parte de nuestro plan de alimentación, aprovechar el fin de semana para abastecernos de los alimentos que incorporaremos los días siguientes, de otro modo todo se transformará en una permanente improvisación.

Mucha ansiedad por los resultados. El proceso de aumento de peso ha demorado años, tantos como para casi no darnos cuenta, sin embargo deseamos resultados inmediatos. En este sentido la dieta debe iniciarse con una buena cuota de paciencia. Aceptar una baja que varíe entre 2 y 4 kilos mensuales es recomendable. En ocasiones detener el incremento de peso es un buen comienzo.

La monotonía: Algunas personas solo comen verduras cocidas y carne de ave cocida, con lo cual se aburren rápidamente, lo aconsejable es conseguir recetas que permitan variedad y le den atractivo a la dieta.

Por sucumbir a las tentaciones frente a las cuales (las tentaciones), adoptamos una conducta de compensación, que consiste en restringir o evitar la comida siguiente, con esto generamos hambre que trae consigo una nueva trasgresión y al cabo de algunos días la dieta es simplemente un gran desorden. Frente a las trasgresiones debemos ser comprensivos con nosotros mismos, comprometernos a disminuir las tentaciones y seguir con el plan tal como ha sido trazado.

¿Qué pasa con aquellos alimentos que no nos gustan y forman parte de la dieta?

La incompatibilidad es también un motivo de abandono, el desagrado por los alimentos que integran un nuevo estilo de alimentación. “No tomo leche”, “no me gustan las verduras”, “los cereales integrales me dan asco”, no existe el ánimo de incorporar cambio en los hábitos de alimentación. El consejo es iniciar la incorporación de alimentos nuevos en forma paulatina, buscar preparaciones atractivas y, especialmente hacerse un convencimiento mental que favorezca el cambio.

¿Basta con las sugerencias de una amiga, o seguir las indicaciones de una revista para llevar adelante una dieta?

La falta de orientación profesional es también un motivo de abandono. Se hace la dieta que le sugirió la amiga o la que está de moda, sin conocimiento. Cada persona requiere cubrir sus propias necesidades nutricionales en base a sus características de estatura, peso, edad y actividad física, todo lo cual requiere de ayuda profesional.

Es mismo motivo, la falta de orientación profesional conduce a otra causa de abandono: Muy hipocalóricas: Dietas muy restringidas son peligrosas para la salud, no es posible seguirlas por largo tiempo, generan hambre y los escasos kilos perdidos se recuperan con facilidad.

¿Las personas pueden premiarse por los logros obtenidos?

Recompensas alimentarias por cada progreso. En vez de motivar equivalen a coger kilos. Es bueno obtener recompensa pero sugiero buscarla en rubros ajenos al alimentario, una ida al cine o a cualquier otro espectáculo, algún regalo en vestuario, un viaje, etc.


Falta de honestidad. Es fácil engañarse a uno mismo o al nutricionista.

Creencias erróneas. No hay dietas milagrosas; lo que funciona para unos no es recomendable para otros.



Rafael Jiménez Lira
Nutricionista (Msc)

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